Romantizar mi vida

A veces pienso que empalago mucho con lo cursi que soy con mi amor y pues si talvez si lo romantizo demasiado, pero como no hacerlo si crecí viendo como mi papa buscaba excusas para no llegar a casa o que mi mama se enloquecía de estar todo el día en ella, por eso creo que crecí pensando que el hogar, la familia y en la vida en general eran una vaina que se tenía por compromiso social o porque así debía ser y ya, porque crecí escuchando que debía vivir cuidándome de todo el mundo a mi alrededor  y que amigo “era un peso en el bolsillo” o que “amigo era el ratón del queso”, pero hoy en día veo con mis amigos se alegran por mis logros y me impulsan a seguir adelante, talvez por eso me parece tan espectacular e increíble sentir lo que siento por mi vida, por mi hogar, por mi gente, porque yo siento que cuando todo va mal puedo refugiarme en ellos sin ningún temor, porque ya no siento el miedo que sentía de decirle a mi papá que me había equivocado, porque sé que ellos si me van a cuidar, me van ayudar a levantar de nuevo y que ya no me tengo que levantar sola, porque veo la alegría que les da verme cuando llego a casa,  porque sus abrazos me hacen sentir que vivir vale la pena, porque sus besos secan mis lágrimas cuando me rompo, porque sus risas hacen parar mi mente por un momento y solo quiero seguir siendo feliz, porque quitaron de mi cabeza todas las malas creencias que tenía sobre lo que era vivir, las derrumbaron y construimos la mejor descripción de una buena vida, y no, no es perfecta como dijo Stich, porque sé que algunos días no nos aguantamos ni nosotras mismas, pero hemos aprendido que lo que se daña se puede arreglar con amor, que no se trata de no equivocarnos, sino de saber mejorar y pedir perdón, que los problemas no se arreglan huyendo de lo que amas, sino refugiándote en ellos, así que si, talvez si soy muy cursi con mi vida pero es que aún me cuesta creer que soy parte de algo tan hermoso.